¡Cuidado con el éxito!
- Chris Baumal
- 9 sept 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 16 mar

¿Qué es lo primero que se te viene a la mente con la palabra "Éxito"?
Seguramente la mayoría piensa en: tener mucho dinero, un buen puesto, buena ropa, casa, personas que tienen la “vida resuelta”. La palabra éxito, hoy, es igual de atribuible a las personas como a los resultados; es común decir que un proyecto tuvo éxito o que una persona es exitosa. Pero… ¿Sabías que esto no siempre fue así?
La palabra "éxito" proviene del latín exitus, que significa "salida" o "resultado"; en latín, "exitus" se derivó del verbo "exire," que significa "salir" o "ir fuera." Con el tiempo, la palabra fue adquiriendo el sentido de "resultado final" o "consecuencia," y eventualmente se asoció con un resultado favorable o positivo, lo que llevó a su uso actual como sinónimo de logro o triunfo.
La palabra éxito etiquetaba a los resultados, no a las personas, porque nadie puede tener siempre éxito en todo, ¿verdad?. Ese es uno de los problemas que tengo con este concepto.
El éxito suele ser un yugo que cargamos todos los que estamos buscando sin descanso, el máximo desarrollo profesional; preocupados por nuestro nivel socioeconómico, nivel jerárquico, comparándonos con nuestro círculo para saber a quién le está yendo mejor. En nuestro presente, ser exitoso suele apuntar hacia un círculo vicioso superficial, egocéntrico y muchas veces adictivo.
Seguro tu, que ahora me lees, ya has alcanzado varios niveles en tu camino hacia el éxito, lo que viene ahora son mayores expectativas, una presión constante por mantener o superar ese nivel de rendimiento y una mayor carga de responsabilidades. Estudios indican que a pesar de alcanzar el éxito, el estrés asociado puede disminuir la satisfacción, debido a la presión y el agotamiento que pueden opacar los logros alcanzados.
Pero, ¿deberíamos parar nuestra búsqueda por el éxito? Por supuesto que no, pero sí hacer algunos cambios de fondo sobre este concepto. El éxito puede ser tanto un motor de realización como una fuente de estrés, dependiendo de cómo se gestione.
Para eso tengo 3 reglas relacionadas al éxito:
Juega de forma sostenible
Un libro imprescindible es “Infinite games” por Simon Sinek para adoptar una mentalidad a largo plazo y enfocada en tu propósito, evitando competir por victorias inmediatas en un juego sin fin. Jugar en la vida como si fuera un partido de fútbol, donde debes anotar la mayor cantidad de goles posibles, es como quererle ganar todas las discusiones a tu pareja, es ilógico. Nuestra estrategia debe ser jugar de forma sostenible.
2. Juzga el éxito de tus acciones
Me ha funcionado evitar pensar en qué tan exitoso soy, procuro no etiquetarme a mi mismo para evitar caer en el juego del ego. Lo que si mido, es qué tan exitosa fue mi semana, mi mes, mi año. Regresando al origen, mido el éxito o el resultado de mi tiempo. Por ejemplo: ¿Saque esos pendientes clave? ¿Tuve conversaciones importantes?¿Disfruté de esas reuniones con mi familia? ¿Aprendí algo nuevo? ¿Dediqué tiempo a mis hobbies?
3. Equilibra lo que significa éxito para ti
Más allá de lo que quieres lograr, pregúntate para qué lo quieres lograr. Un gran amigo mío me recomendó el libro “IKIGAI: 12 semanas para una vida feliz y plena de sentido”. Ikigai es un concepto japonés que se refiere a la razón de ser o el propósito de vida de una persona. Representa la intersección de lo que amas, en lo que eres bueno, lo que el mundo necesita, y por lo que puedes ser recompensado. Es un equilibrio entre la pasión, la misión, la vocación y la profesión, que otorga satisfacción y sentido a la vida.
Lograr un equilibrio entre las aspiraciones de éxito y la gestión del estrés es clave para alcanzar un bienestar integral que permita disfrutar y sostener el éxito sin comprometer la salud y la calidad de vida. Ahora sí, ¿qué es el éxito para ti?
Acerca del autor
Chris Baumal ha sido director de más de 10 programas de innovación en distintos corporativos y es CEO de Infinixe , agenda una sesión con él para resolver dudas. ¡Hablemos!
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