Design Thinking - Más allá del Post-it
- Jocelyne Quintana

- 6 oct 2024
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 16 mar

Design Thinking se convirtió en un concepto de moda hace ya tiempo, mencionada en reuniones de innovación, ha sido adoptada por startups y corporaciones por igual. A pesar de ser realmente intuitiva, a medida que avanzas en el proceso, empiezas a notar que hay aspectos menos obvios que no siempre te cuentan. Aquí te contamos lo que realmente necesitas saber para que el Design Thinking funcione de verdad.
¿Qué es Design Thinking?
Es una metodología creativa que coloca al usuario en el centro de la solución de problemas. Es una manera de generar ideas innovadoras enfocadas en las necesidades reales de las personas, permitiendo a las empresas diseñar productos y servicios que realmente impacten.
Aunque solemos ver el Design Thinking como un proceso ordenado (Empatizar, Definir, Idear, Prototipar, Testear), la realidad es más bien un caos controlado. Es común ir y venir entre etapas y, a veces, darte cuenta de que necesitas regresar a la empatía después de probar tu prototipo. ¡Está bien! Es un ciclo, cada iteración lleva a soluciones más refinadas. Spoiler alert: no es un proceso lineal.
Las 5 etapas del Design Thinking
Empatizar: El Corazón del asunto
La empatía es el corazón del Design Thinking, pero no siempre es fácil (ni cómodo). Requiere salir a hablar con usuarios reales, observar su comportamiento y escuchar sin prejuicios. Esto significa que las suposiciones que tenías al inicio muchas veces serán desafiadas, y eso puede doler un poquito. Por ejemplo, si estás diseñando una app de gestión financiera, no te limites a encuestar a los usuarios: Observarlos mientras interactúan con sus finanzas; pregunta por sus frustraciones y miedos, solo así podrás entender más allá de los datos y encontrar los verdaderos puntos de dolor.
Recomendaciones para empatizar:
Evita por completo las encuestas robotizadas, solo contarás un montón de respuestas superficiales.
Evita sesgar las respuestas; “entonces tú dirías que esa es tu más grande necesidad, ¿verdad?
Empieza por los usuarios en lo que más crees que podrían tener una necesidad.
Habla el 20% y escucha el 80%, tu solo deberás guiar la conversación.
Pregunta mucho ¿por qué?, los actores deberán reflexionar mucho más en las razones detrás de sus respuestas; “¿Por qué piensas que eso es importante para ti?”
Hazles priorizar sus respuestas, “priorizar del 1 al 5 lo que más te molesta”.
Pregúntales acerca de experiencias que hayan vivido; “Cuéntame la última vez que”.
Asegúrate de dejar la puerta abierta para futuras entrevistas.
Cuando realmente empatizas, llegas a las raíces y las conversaciones se sienten como una revelación para los actores y para ti.
Definir: Redefiniendo el rumbo
Una vez recopilada toda la información, es hora de definir el problema. Aquí viene la parte incómoda: podrías descubrir que la verdadera necesidad de tus usuarios es completamente diferente de lo que habías supuesto (ouch). Un buen problema está enmarcado de manera que inspire acción. Por ejemplo: "Los usuarios no necesitan más funciones; necesitan una forma más simple de realizar acciones cotidianas".
Recomendaciones para definir:
Clarifica y simplifica los distintos problemas hallados y compártelos con tu equipo.
Utiliza arquetipos de personas para generalizar el comportamiento de los actores, en función de lo aprendido. Ejemplo: la mamá pollito, es muy previsora y administrada.
Asegúrate de poner a competir distintos problemas, compararlos en matrices, por ejemplo: Usa los formatos de reto y resto específico para comunicar correctamente cómo definirás el problema.
Cuando defines el qué del problema y a quien debes resolverlo, debes sentir que es lo suficientemente relevante como para hacer algo al respecto. Si aún sientes que no hay una necesidad tan relevante regresa a empatizar más.
Idear: Cuando no llega la inspiración
Esta es la etapa en la que las ideas deben fluir libremente, pero, sorpresa: No siempre es fácil. Lo que no te cuentan es que hay muchas sesiones donde las ideas parecen no llegar a ninguna parte, y está bien, es parte del juego. Aquí es donde entra en escena SCAMPER o el Brainwriting, técnicas que ayudan a sacar ideas hasta del más seco del equipo. Mezcla soluciones dispares y verás que, a veces, de las combinaciones más extrañas surge la innovación.
Recomendaciones para idear:
Activa la creatividad inspirando con casos reales, o haciendo ejercicios de divergencia. Ejemplo: Dibujar conceptos diversos en círculos.
Incentiva la creatividad con música, materiales que relacionen con crear, diseñar y construir.
Utiliza periodos de tiempo definidos para idear de 5 a 10 minutos, para forzar al cerebro a pensar.
Primero individual y luego en equipo, para unir fuerzas y llegar a ideas nuevas combinando.
Reúne a tu equipo y dedica una hora a una sesión de Brainstorming usando técnicas como SCAMPER o MashUp.
No juzgues ideas, ni siquiera las que parecen absurdas; solo déjalas fluir. La magia está en el caos.
La clave está en salir de nuestro rol empresarial profesional y de experto, para volver a imaginar y pensar fuera de la caja.
Prototipar: Lo perfecto es el enemigo de lo bueno
Prototipar no es construir el producto perfecto; es aprender. El error común es intentar hacer un prototipo tan pulido que nadie se atreve a criticarlo. No te engañes: Deberías ir rápido y barato; un boceto en papel, un modelo de cartón o un prototipo digital básico es suficiente para aprender. ¿Probando una nueva función de una app? Un dibujo en una servilleta a veces es todo lo que necesitas para entender cómo reaccionaron los usuarios.
Recomendaciones para prototipar:
Aprovecha las habilidades de tu equipo: uso de IA, dibujo, arte, diseño, pintura, animación, bloques, etc.
No olvides todo lo que has aprendido hasta ahora de los actores.
Construye un prototipo en menos de un día.
Usa materiales simples: papel, cartón o una herramienta digital básica.
Recuerda, no es una obra de arte, es una herramienta para aprender.
Usa impresión 3D.
Usa herramientas de diseño como Canva.
Usa generación de imágenes con IA.
Genera Storyboards.
Es muy simple, construyes para aprender. En la medida en que estés más seguro de lo que haces invierte más en tu solución.
Testear: Cuando el feedback no es bonito
Testear tu prototipo implica estar dispuesto a recibir críticas, incluso cuando no son lo que esperabas. Si todo sale perfecto en las pruebas, probablemente no has escuchado con atención. Cuando probamos un prototipo de una tienda online, descubrimos que la mayoría de los usuarios se perdían en el proceso de pago. Rehacer ese flujo, basado en el feedback, nos llevó a una experiencia mucho más sencilla y efectiva.
Recomendaciones para testear:
Prueba tu prototipo y anota sus reacciones.
Déjalos interactuar con la solución, que ellos lo descifran.
Enfócate en buscar problemas, no en valoraciones positivas.
Los errores son la clave del éxito (sí, aunque duela).
Mi idea favorita: No te alejes de tus actores co-crea con ellos. Todo lo que has hecho hasta ahora, desemboca en este paso crucial, usa las mismas recomendaciones para empatizar. De hecho, la empatía nunca sale de la ecuación.
Más allá de los Post-its: La cultura del equipo
Puedes tener el proceso perfecto, pero si no tienes un equipo dispuesto a colaborar, aprender del error y ser flexible, Design Thinking no te llevará tan lejos. La verdadera innovación surge de una mentalidad de curiosidad y disposición a cambiar de rumbo cuando sea necesario.
La clave es tener un ambiente donde todos se sientan seguros para fallar y para expresar sus ideas, incluso las locas. Habla con tu equipo sobre cómo se sienten respecto al fracaso. ¿Están abiertos a intentarlo, fallar y mejorar? Si la respuesta es no, es hora de crear un espacio más seguro para la crítica y la experimentación.
Design Thinking no es una receta mágica, es una mentalidad y un proceso iterativo lleno de desafíos, su verdadero poder radica en entrenarte para aprender constantemente del usuario y de los errores. Recuerda: Cada pequeño fallo es un paso más hacia la verdadera innovación.
Elige un proyecto en el que estés trabajando y aplica una de las etapas de Design Thinking esta semana. ¡Si te equivocas, celébralo! Y comparte tus aprendizajes con nosotros.
Acerca de los autores
Joss Quintana es Innovation Project Manager en Infinixe.
Chris Baumal ha sido director de más de 10 programas de innovación en distintos corporativos y es CEO de Infinixe.
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