Pequeños cambios, grandes resultados
- Jocelyne Quintana
- 11 nov 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 16 mar
En lo pequeño y constante
A todos nos ha pasado: comenzamos con toda la motivación del mundo, convencidos de que esta vez sí lo lograremos. Ya sea ir al gimnasio, leer más o aprender algo nuevo, al principio nos sentimos decididos. Sin embargo, con el tiempo, esa energía inicial se desvanece, y lo que parecía un cambio inevitable se convierte en una rutina olvidada. ¿Por qué es tan difícil crear y mantener un hábito? Y ¿cómo podemos construir un cambio duradero sin depender únicamente de la fuerza de voluntad?
La respuesta está en los pequeños detalles. No se necesita una fuerza sobrehumana para formar hábitos, sino algo mucho más accesible: pequeñas acciones consistentes que, con el tiempo, logran un gran impacto. Como persona que sufre de insulina, he llegado a comprender que los hábitos son fundamentales para mi bienestar y salud, créeme cuando te hablo de crear hábitos; he pasado por todas las fases. ¡Es posible lograrlo!
La realidad de los propósitos y hábitos
Según un estudio de la Universidad de Scranton, solo el 19% de las personas logra cumplir sus propósitos de Año Nuevo. Esto significa que la gran mayoría de nosotros no alcanza esos objetivos que, a principios de año, parecían tan accesibles. Esta estadística no es desmotivante; al contrario, revela una lección valiosa: la motivación inicial es efímera, pero los pequeños hábitos tienen el poder de persistir.
James Clear, autor de Hábitos Atómicos, menciona que “los hábitos atómicos son pequeños cambios que, acumulados con el tiempo, generan grandes resultados. La idea es que el 1% de mejora diaria puede llevarte a un 37% de mejora al cabo de un año.”
Esta mejora incremental puede parecer mínima, pero se traduce en grandes resultados cuando se acumula con el tiempo. Imagina mejorar un poco cada día en lugar de esperar grandes transformaciones inmediatas; así, el camino hacia un cambio duradero se vuelve mucho más realista.
Construyendo un estilo de vida con hábitos
Tu estilo de vida se compone de los hábitos que adoptas, cambios sostenibles se construyen como una torre: cada bloque debe colocarse cuidadosamente sobre el anterior para formar una base sólida. Los cambios no deben romper lo que ya has construido; deben adaptarse y expandirse sobre la base de tus rutinas actuales.
Este enfoque te permite transformar tu estilo de vida en un proceso progresivo y sostenible.
La creación de hábitos es similar a la gestión de un proyecto: requiere planificación, seguimiento y adaptación. Una vez que tengas claros estos principios, implementa los siguientes consejos para mantener la motivación y cumplir tus propósitos:
Escribe tus metas: Plasmar tus objetivos en un soporte físico crea un mayor compromiso y los hace más tangibles.
Categoriza tus objetivos: Existen varios tipos de hábitos, intenta desarrollar pocos a la vez, pero variados, pueden ser hábitos físicos, de higiene, intelectuales, sociales, entre otros.
Limita tus propósitos: Prioriza los objetivos que realmente importan y descarta lo superfluo; la ambición excesiva puede ser contraproducente.
Crea un plan de acción: Divide tus metas en pasos manejables. Checa nuestro artículo donde explicamos la clave de rebanar los proyectos.
Comparte tus objetivos: Encuentra a alguien con metas similares para apoyarse mutuamente y mantenerse motivados. ¡No subestimes el poder del apoyo social!
Celebra tus logros: Reconocer tus progresos, por pequeños que sean, te ayudará a mantener alta la motivación y a hacer el proceso más gratificante. ¡Regálate un pequeño premio!
Leyes de los buenos hábitos
Hacer obvio el detonante: Dejalo accesible o intégralo en tu vida cotidiana, ejemplo: quiero aprender a tocar la guitarra, déjala en un sitio donde la puedas ver fácilmente.
Hacer atractivo el deseo: Piensa en las cosas o actividades que te gustan, entonces puedes integrarlas, ejemplo: quiero hacer más ejercicio y me encanta ver series, puedes escoger una serie especialmente para verla mientras haces algo de ejercicio.
Hacer fácil la respuesta: Hazlo ver sencillo, ejemplo: necesito tomarme el medicamento todas las noches, puedes asignar su lugar en tu mesa de noche, para que no necesites ir a buscarlo.
Hacer satisfactoria la recompensa: Encuentra un gusto por completar tu hábito, ejemplo: No romper la cadena (a continuación te lo explico).
¿Cuál es el método de no romper la cadena?
Un ejemplo práctico de este enfoque es Jerry Seinfeld, el célebre comediante. Para mejorar su habilidad de escritura, Seinfeld implementó un método simple pero eficaz: colgó un calendario en su pared y se comprometió a escribir todos los días. Cada vez que cumplía con su objetivo, marcaba una "X" en el calendario. Su meta era no romper la cadena de marcas; esta estrategia de “no romper la cadena” lo impulsó a mantener una rutina constante de escritura, contribuyendo a su éxito como guionista y comediante.
El método de "no romper la cadena" se basa en la constancia y la motivación. La idea es sencilla pero poderosa: por cada día que completes una tarea específica, marcas una "X" en tu calendario. La clave está en la continuidad: al cumplir con tu tarea diariamente, construyes una cadena de "X" que se vuelve cada vez más larga.
Con el tiempo, ver esa cadena ininterrumpida genera un sentido de compromiso para no abortarla. A medida que la cadena crece, también lo hacen los sentimientos de culpa o decepción si no logras mantenerla. Este sistema no solo te ayuda a establecer hábitos, sino que convierte la tarea en un juego visual que resulta altamente motivador.
Ejemplos de cambios de propósitos
Después de enfocar tus metas, es hora de definir propósitos de manera efectiva. Aquí algunos ejemplos de propósitos comunes, transformados en objetivos concretos:
Aprender un idioma nuevo → Dedicar 15 minutos diarios al vocabulario y una lección de gramática semanal.
Desarrollar habilidades artísticas → Crear una obra de arte cada dos semanas y compartirla en redes sociales.
Mejorar la salud mental → Meditar 10 minutos diarios y escribir tres cosas positivas cada noche en un diario.
Fomentar la sostenibilidad → Adoptar una nueva práctica ecológica cada mes, como compostar o iniciar un huerto.
Hacer nuevos amigos → Asistir a una actividad social mensual y mantener una conversación significativa con alguien nuevo.
Los pequeños hábitos diarios, que podrían parecer insignificantes, son los que construyen la base de los grandes logros. “El éxito no es el resultado de grandes acciones ocasionales, sino de pequeños hábitos diarios.” Comprender esto puede cambiar por completo nuestra perspectiva sobre el éxito personal.
Al final del año, no se trata de haber logrado una gran meta de un solo golpe, sino de haber construido un sistema que te haga más efectivo, más constante y más cerca de lo que realmente quieres ser. Si este 2024 algunos de tus propósitos han quedado en el camino, no te desanimes. Empieza de nuevo y, esta vez, enfócate en las pequeñas mejoras.
Construye tu propio hábito
Esta semana, te invitamos a elegir un hábito que desees construir o romper. En lugar de recurrir a la típica aplicación para rastrear tus hábitos, aprovecha la inteligencia artificial como tu asistente personal. La IA puede ayudarte a formular estrategias concretas y personalizadas que se adapten a tu estilo de vida y objetivos.
Descarga las instrucciones aquí y comienza tu camino hacia la creación de hábitos que realmente importan. ¡Es el momento de actuar y transformar tus metas en logros!
Acerca de los autor
Joss Quintana es Innovation Project Manager en Infinixe.
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