Coleccionismo como modelo de negocio
- Ale López

- 17 sept
- 4 Min. de lectura

Innovación Detrás del Fenómeno Labubu
Cómo Pop Mart Redefinió el Coleccionismo
La capacidad de una empresa para no solo identificar, también escalar una tendencia de consumo, es parte de las habilidades de un verdadero equipo de innovación.
Pop Mart, el gigante chino de los art toys, ha demostrado esta maestría con el ascenso meteórico de Labubu, un personaje que ha trascendido su origen como juguete para convertirse en un ícono cultural y un caso de estudio en marketing e innovación.
Su éxito no es una casualidad, es el resultado de una estrategia innovadora centrada en la experiencia del consumidor y la psicología del coleccionismo.
Los Art toys

Labubu, una creación del artista Kasing Lung, se convirtió en el embajador perfecto de la estrategia de Pop Mart. Su diseño "ugly-cute", con orejas puntiagudas y una sonrisa pícara, lo hizo distintivo y memorable, resonando con una audiencia que busca autenticidad y singularidad.
La colaboración de Lung con Pop Mart en 2019 fue el punto de inflexión que catapultó a Labubu del nicho al mainstream.

Las Blind Boxes
Antes de la explosión de Labubu, Pop Mart ya estaba sentando las bases para una revolución en el mercado de los juguetes coleccionables. Desde una única tienda en Beijing, la compañía se propuso transformar la forma en que los consumidores interactuaban con los "art toys".
La clave fue la masificación del formato de las "blind boxes" (cajas sorpresa).
Este modelo, donde el comprador adquiere una caja sin saber qué figura específica contiene de una serie, introdujo un elemento de azar y emoción que redefinió la experiencia de compra.

Pop Mart no solo vendía figuras; vendía una experiencia de "unboxing" cargada de anticipación y sorpresa. Esta estrategia fue crucial para escalar una tendencia que, aunque existía en nichos, no había alcanzado una resonancia masiva.
La empresa entendió que el valor no reside solo en el objeto, sino en el proceso de descubrimiento y la narrativa que lo rodeaba.
Los TCG (Juegos de Cartas Coleccionables) como precedente
Mucho antes de que las "blind boxes" se convirtieran en un fenómeno viral, el concepto de la caja sorpresa ya existía con fuerza en los Juegos de Cartas Coleccionables (TCG).
Empresas como Pokémon, Magic: The Gathering y Yu-Gi-Oh! basaron su modelo de negocio en la venta de "booster packs" cerrados, donde la emoción de descubrir qué cartas raras, brillantes o poderosas contenía cada paquete era el motor principal de la compra.
Este formato no solo creaba un modelo de negocio altamente rentable y adictivo, también fomentaba una cultura de intercambio, estrategia y comunidad que sentó las bases para el éxito de las "blind boxes" modernas.
El mercado global de los TCG fue valorado en un rango de USD 15 mil millones en 2024. Se espera que continúe creciendo a una tasa anual de entre el 6% y el 8% durante los próximos años. Las proyecciones indican que podría alcanzar los USD 20 mil millones para finales de la década.

El Catalizador del Fenómeno Labubu
El fenómeno se amplificó exponencialmente en abril de 2024, cuando celebridades de alto perfil como Lisa de Blackpink fueron vistas con Labubu. Esta validación por parte de íconos de la cultura pop transformó a Labubu en un "it-accessory" y desató una "fiebre" global”, especialmente en el Sudeste Asiático.
Las redes sociales, como TikTok e Instagram, se inundaron de videos de "unboxing" y colecciones, creando un ciclo auto-perpetuante de visibilidad y deseo.
Los influencers se han convertido en la voz auténtica que conecta a las marcas con las comunidades, construyendo credibilidad a través de la confianza en lugar de la publicidad tradicional.

El Modelo de Negocio del Coleccionismo
Pop Mart ha formulado un modelo de negocio irresistible, donde la relación con la marca es una historia de misterio y emoción. El canal de distribución se adorna con espacios exclusivos y el estatus social se convierte en una propuesta de valor impulsada por celebridades y comunidades.
El resultado es un conjunto de Jobs To Be Done poderosos, que satisfacen tres necesidades emocionales profundas:
1. Subidón Emocional y Liberación de Dopamina
La incertidumbre de no saber qué figura se obtendrá genera una descarga de dopamina con cada apertura, creando un "subidón" natural. Esta experiencia, similar a un juego de azar, impulsa la compra recurrente. La existencia de figuras "secretas" o ultra raras dentro de las series añade un elemento de deseo y exclusividad, fomentando una "caza" de juguetes menos comunes.
2. Simplificación de la Decisión de Compra
La "blind box" simplifica la elección para el consumidor. En lugar de decidir entre múltiples juguetes, el comprador sólo necesita elegir la serie, delegando la figura específica al azar. Esto reduce la fricción en el proceso de compra y fomenta la adquisición impulsiva.
3. Estatus Social y Pertenencia a una Comunidad
Al ser vistos los Labubus como accesorios de personas famosas (Dua Lipa, Rihanna, etc.) que los cuelgan de sus bolsos de marca, parte del lujo se hace más alcanzable para el resto de las personas. Los coleccionistas no solo compran una figura, sino que se unen a una comunidad global que comparte un mismo gusto y estatus.

Los Adultkids
El éxito de Labubu se enmarca en el creciente fenómeno de los "adultkids" o "kidults": adultos que, en medio de las responsabilidades, buscan reconectar con su infancia y expresar su individualidad a través de productos lúdicos. Labubu les ofrece precisamente esa vía de escape.
Este mercado no es un nicho, sino una fuerza económica poderosa. Pop Mart es un claro ejemplo de este impacto, habiendo superado el valor de mercado combinado de gigantes de la industria como Hasbro y Mattel. En 2024, la fortuna del fundador de Pop Mart, Wang Ning, superó los US$21 mil millones, demostrando la inmensa rentabilidad de este segmento.
Este fenómeno ha sido citado por publicaciones como Forbes, que han destacado cómo estos consumidores, impulsados por la nostalgia y el bienestar, están redefiniendo el futuro del consumo cultural.

Este gran caso valida la estrategia de Pop Mart y también redefine el mercado de los coleccionables, difuminando las líneas entre juguete, arte y objeto de inversión.
Labubu ha demostrado que, con un diseño auténtico y una estrategia de marketing inteligente que aprovecha la psicología del consumidor, es posible crear una tendencia global duradera que resuena profundamente con las necesidades emocionales y sociales de una nueva generación de consumidores los “adultkids".
La innovación detrás de su modelo de negocio es un testimonio de cómo entender la psicología humana puede transformar una simple tendencia en un fenómeno cultural y un imperio multimillonario.





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