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La evolución de los moteles

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Del descanso básico a la experiencia


Hemos hablado decenas de veces que innovar significa “agregar más valor", por lo tanto, debemos entender que es lo que las personas valoran. Es ahí donde los moteles tienen mucho que enseñarnos, sobre cómo los negocios evolucionan cuando entienden las necesidades reales de las personas.


Aquí entra el concepto de Jobs To Be Done (JTBD), “El trabajo que el cliente quiere que le resuelvan”:

No es lo mismo decir “vendo una cama para dormir”, que entender que el cliente te está contratando para “descansar sin preocupaciones mientras atraviesa un país entero en auto, con su familia y niños inquietos en el asiento trasero”.

Fase 1: Nace el Motel – Resolver lo básico, la funcionalidad


Después de la Segunda Guerra Mundial, el auto se posicionó como símbolo de libertad. La famosa propaganda de “Sueño Americano” incluía carreteras infinitas, paisajes abiertos y viajes improvisados.


Pero había un problema práctico: ¿dónde dormir durante esos viajes? Los primeros moteles nacieron para eso. Nada de lujos, nada de experiencias. Su JTBD era claro, funcional y directo:

“Ayúdame a descansar de forma segura y asequible durante mi viaje por carretera.” Ahí nacieron los Motor Hotel… “Los Motels”

Fase 2: La era dorada – El viaje como parte del show


Las necesidades cambian, y rápido. Ya no bastaba con solo dormir. Los moteles empezaron a competir con algo más que precio: experiencia.


Aparecieron moteles con piscinas en forma de riñónletreros de neón imposibles de ignorar, y habitaciones con temáticas que iban de lo tropical a lo futurista. Cada uno quería ser parte del recuerdo del viaje, no solo una escala técnica.


Así, el JTBD pasó a ser:

“Ayúdame a tener una experiencia memorable, no solo un lugar donde dormir.”

Los que lo entendieron prosperaron. Los que no, entraron en la guerra de precios (ya sabemos cómo suele terminar eso…) Menor utilidad, menor actualización y mantenimiento, menor calidad, menor precio y así continúa el ciclo vicioso. 


Fase 3: Estandarización – El alojamiento sin imprevistos


Luego vino la autopista (literalmente).


Con el nuevo sistema de autopistas interestatales, los viajeros dejaron de pasar por las rutas pintorescas donde estaban los moteles independientes. (Sí, como en la película Cars, cuando Radiator Springs se queda en el olvido). 


Por otro lado en muchas ciudades los moteles quedaron dentro de la mancha urbana por lo que evolucionaron de pasar la noche, a solo pasar un par de horas con un JTBD muy distinto, pero eso es otra historia. 


Con este nuevo panorama, fue inevitable encontrar moteles olvidados con una calidad deficiente, Por lo que los viajeros empezaron a priorizar otra cosa: la previsibilidad.


Ya no querían sorpresas. Querían saber exactamente qué esperar. Ahí entraron los gigantes con una oferta básica y estandarizada: Holiday Inn, NH, Ibis...


Su promesa era clara:


“Dame un lugar limpio, confiable y predecible sin importar dónde esté.”

Así como McDonald’s te da una hamburguesa igual en cualquier ciudad, estas cadenas ofrecían estándares replicables que resolvían un nuevo JTBD más emocional: quitarle incertidumbre al descanso.


Los moteles únicos, sin marca ni consistencia, empezaron a desaparecer.


El presente – Un mosaico de JTBDs


Como pasó en casi todas las industrias, hoy no hay un solo JTBD. Hay muchos. Eso lo complica, pero también abre oportunidades.


  • Algunos viajeros siguen queriendo solo precio y funcionalidad: encuentran hostales minimalistas o cápsulas eficientes.

  • Otros quieren comodidad sin sobresaltos: eligen cadenas con reputación, ahora todas tienen su versión “motel”.

  • Y hay un grupo creciente que busca una experiencia única con estilo: revive moteles antiguos convertidos en joyas de diseño, con vinilos en la recepción, luces retro y desayunos artesanales.


En este contexto, innovar no es solo “tener nuevas ideas”, sino entender con claridad qué está buscando cada cliente. Qué “trabajo” te está contratando para hacer en su vida.


¿Qué aprendemos de todo esto?


Los moteles son una lección viva de lo que pasa cuando un negocio se alinea con los verdaderos JTBD de las personas. El reto está en saber malabarear estas 4 bolas simultáneamente: 


  1. Entender al mercado y las tendencias

  2. Entender a los clientes y posibles clientes

  3. Entender la salud del negocio.

  4. Entender a dónde quieres ir


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